Los humanos nacen en alguno de los 365 días* que la Tierra tarda en realizar el movimiento de traslación. Y ese día debe ser registrado de alguna forma, dado que a ellos les encanta festejar que su planeta haya dado una vuelta completa alrededor del sol desde que nacieron. La primera vuelta se denomina “primer cumpleaños” y el humano cumple un año, la segunda vuelta, “segundo cumpleaños” y cumple dos años, y así sucesivamente hasta que su sustento biológico inicia el proceso de reciclado.
En cada ocasión que esto sucede, el cumpliente se reúne con individuos de su círculo social más cercano y recibe de estos varios objetos conocidos como “regalos”. Los mismos están provisoriamente ocultos bajo una envoltura de papel e identificados con un pequeño adminículo ornamental designado como moño.
Lo más destacable de esta celebración es que, en un momento, se produce un apagón voluntario de las luces y uno de los participantes se dirige hacia el festejado con un alimento cilíndrico achatado (aunque también hay de otras formas), compuesto por capas intercaladas de dulce sólido y de dulce semisólido. Sobre el elemento comestible, unos dispositivos de iluminación mediante pequeñas llamas permiten que el portador reconozca el camino en la oscuridad. Mientras tanto, todos los reunidos cantan una fórmula ritual que dice así: “¡Que los cumplas, feliz! // ¡Que los cumplas, feliz! // ¡Que los cumplas, (nombre del individuo, a veces, alterado)! ¡Que los cumplas, feliz!”. El celebrado, al finalizar el canto, debe abocarse a dos tareas: 1) pedir tres deseos** y 2) apagar la llama, mediante un soplido, a los fines de evitar que se incendie el habitáculo del festejo.
* La cifra exacta es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. Pero los humanos prefieren redondear las cifras, aunque esto les genere problemas luego.
** Un deseo es algo que un humano quiere que suceda. Los pueden solicitar, ante quien corresponda, mientras están a) soplando las velas en su propio cumpleaños, b) observando una estrella fugaz o c) arrojando monedas en una fuente.