Todos saben que cuando una oreja humana es lavada por milésima vez, esta se cae y crece una nueva. En la mayoría de los casos, se forma una oreja idéntica a la anterior. A veces, se produce alguna falla y aparece una menos redonda o con más forma de trompeta. Solo en rarísimas excepciones, crece algo totalmente diferente. Eso le pasó a Isidora Pi. Su oreja izquierda fue reemplazada por una jirafa.